Localidad: MONTERRUBIO DE LA DEMANDA
Desde el pasado 1 de julio se puede visitar en Monterrubio de la Demanda el Molino Hidráulico Harinero de la localidad. Para lograr que el molino luzca el esplendor de antaño (después de años de abandono) han sido necesarios meticulosos trabajos de restauración; sin embargo, el esfuerzo ha merecido la pena.
INTRODUCCIÓN
El desarrollo de las maquinas se viene dando como una coevolución del hombre remitiéndole la adaptación a su entorno. Los molinos o ingenios para molturar (triturar el cereal) puede que sean las primeras maquinas que inventa el hombre al hacerse sedentario. El sedentarismo y la agricultura hacen que el hombre desarrolle máquinas para molturar las semillas que cultiva y poder incorporarlas a su dieta. En un principio la fuerza humana fue el único recurso para mover las primitivas herramientas de molturación, manteniéndose así hasta la época romana, momento en el que se introdujo la fuerza de los animales de tiro. Aunque los principios teóricos mecánicos que permiten el funcionamiento de un molino hidráulico eran conocidos por los científicos griegos su difusión no se produjo hasta la Edad Media.
REQUERIMIENTOS DE CAUDAL Y DESNIVEL
El accionamiento de un molino está en función de los parámetros fundamentales: el caudal disponible y el desnivel entre la entrada y la salida. Estos dos parámetros actúan directamente sobre la fuerza que ejerce el agua en el rodezno. El desnivel es una variable fija, por tanto la regulación de la molienda se efectúa actuando sobre el caudal.
El desnivel se conseguimos por medio de un cubo (presa) de molino. Las dimensiones de éstos son muy variables, siendo normal alturas desde 5 metros en adelante, y encontrándose algunos de hasta 13 metros. Los hay con base circular uniforme, y también con base cuadrada y escalonados. El que nos ocupa dispone de un cubo (presa) rectangular con notable inclinación hacia la salida. El caudal que atraviesa el molino se regula desde la sala de molienda, donde el molinero dispone de una vara que regula la llave de salida del agua.
Con el proyecto actual se ha conseguido levantar la edificación del molino, la restauración de la maquinaria en general, del cubo y de la acequia que lo abastece del agua procedente de río Horcajo.
ELEMENTOS Y FUNCIONAMIENTO
El primer elemento que nos encontramos en este molino (y el más destacable) es el cubo (o presa). Éste se encuentra construido con materiales sólidos y resistentes para soportar la presión ejercida por el agua. En este caso el cubo está excavado parcialmente en la roca.
La base del cubo suele tener cierta pendiente hacia la salida para que no se acumulen lo áridos que trasporta el agua. Con este propósito encontramos en la acequia un enrejillado que evita el paso de materiales que puedan atascar el saetín (conducto por el que pasa el agua desde el cubo hasta el cárcavo). Éste tiene una pendiente importante y se va reduciendo la sección conforme avanza para así conseguir imprimir mayor velocidad al agua antes del impacto de ésta con el rodezno.
El rodezno se encuentra situado en el cárcavo (hueco en el que gira el rodezno) y es el encargado de transformar la fuerza del agua en un movimiento giratorio, es decir, en fuerza mecánica. Es una rueda formada por una estructura metálica que deja un hueco central en el que se inserta el eje. El rodezno tiene unas cucharas (álabes) alrededor de todo su perímetro que son las que se accionan directamente con la salida del agua, imprimiendo de esta forma el giro. Las dimensiones del rodezno están en relación directa con la altura del salto y con el diámetro de la muela (piedra) a mover; el rodezno debe girar a un régimen que oscila entre 60 y 100 revoluciones por minuto. El eje del rodezno tiene en su parte inferior un pivote, conocido por punto, en el que se apoya todo el sistema móvil. El punto gira sobre una pieza fija llamada rangua (con forma de dado), que a su vez está encajada sobre una traviesa de madera llamada puente.
El puente se apoya en un durmiente que está sostenido en un extremo por una barra vertical de hierro (o vara de alivio) que llega hasta la sala de molienda. Ésta regula su elevación por medio de una tuerca con rosca que es el volante de alivio, lo que posibilita regular de forma más precisa la separación de las muelas y con ello el grado de molienda de los cereales. De este modo, y sin esfuerzo, se puede levantar la muela volandera para controlar la velocidad y la molienda, ya que al levantar el puente se levanta todo el conjunto (tan solo se necesita girar el volante de alivio que se encuentra en la sala de molienda).
En la parte superior de eje del rodezno o maza aparece encajada una barra de hierro que se conoce por palahierro. Ésta, a su vez, se introduce en un orificio practicado en el centro de la anadija o lavija (pieza de hierro que atraviesa el ojo de la muela superior en sentido de su diámetro) y que sirve para sostenerla y transmitir el movimiento de rotación del eje del rodezno a la muela superior. El palahierro se encuentra sujeto a la altura de la piedra solera por un cojinete de madera llamado nuez cuya función es sostener el árbol en la posición vertical y permitir a su vez el movimiento giratorio.
Encima de la nuez se encuentra la cama, una pieza formada por dos medias lunas de madera o metálicas, cuya función es impedir que el grano (cereal) pueda pasar hacia el cárcabo. La cama cuenta con un orificio a través del cual pasa el palahierro para encajarse en la larija.
Cada molino se compone de dos muelas (piedra) la inferior que esta fija y la superior móvil, denominadas solera y corredera respectivamente. Ambas son cilíndricas y sus dimensiones más usuales oscilan entre 90 y 130 cm. de diámetro; el grosor disminuye a medida que se van gastando pero oscila entre los 45 ó 50 cm. cuando comienzan a ser utilizadas.
El molino de Monterrubio de la Demanda, tiene instaladas cuatro muelas cuyas dimensiones son de 120 cm. de diámetro y el grosor oscila entre los 40 y50 cm. Las piedras móviles tienen grabados en la superficie de contacto, o cara inferior, unos surcos radiales, llamados regatas que deben ser marcadas con frecuencia conforme el uso las va desgastando. Ambas muelas están ceñidas por uno o dos cinturones de hierro llamados ceños, zuños o zunchos. En uno de los ceños se practica dos agujeros opuestos diametralmente el uno del otro. Estos agujeros, de unos 5 cm. de diámetro, traspasan hasta las piedras y en ellos se introducen los husillos, burlones, o pernos de hierro que sujetan las abrazaderas de la cabria en caso de tener el molinero que picar o sustituir las piedras.
La cabria es una estructura compuesta por dos vigas de madera. Una de ellas esta anclada al suelo y al techo, y cuenta con dos anclajes por medio de dos cilindros de hierro que se introducen desde la viga al techo y suelo respectivamente, permitiendo así el giro de la misma. La otra viga es de menor diámetro y se introduce en la primera, actuando como un brazo fijo. La función principal de la cabria es levantar, girar y desplazar la corredera, (piedra superior) para situarla sobre el banco de tallar donde se realiza el picado de la piedra móvil. Para enganchar la piedra móvil en la cabria y poder levantarla, se utilizan unas abrazaderas que se llaman medias-lunas.
La tolva es el elemento donde se echa el cereal para comenzar el proceso de molienda. Dispone de un orificio inferior por el que cae el grano a la canalera (mecanismo con el que se dosifica la cantidad de grano que queremos que caiga en el tragante). La regulación de la canalera se hace manualmente variando la pendiente de la misma por medio de una cuerda que se sujeta a la tolva. A su vez la canalera dispone de un tocador que la hace vibrar para que no se atasque el cereal. Este puede ser de varias formas, aunque lo más usual es que sea un tocador de madera que apoyado sobre la piedra móvil transmite el movimiento (trique traque) de esta a la canalera.
Para controlar la cantidad de cereal que queda en la tolva se dispone de una campanilla atada a un trozo de tabla que está dentro de la tolva, de manera que cuando desciende el nivel del cereal el trozo de tabla se suelta y la campanilla cae sobre la piedra, avisando así al molinero.
Una vez se muele el grano, la harina cae en el harinal, que es un cajón de madera que tiene un cedazo que permite cribar la harina, separando la más gruesa de la más fina.
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